Los cuatro socios, a partes iguales, de una potente empresa de aplicaciones tecnológicas han sido descubiertos tras años desviando fondos a un banco suizo. Deciden reunirse para, con la ayuda de un mediador, decidir quién de ellos va a pasar 7 años en la cárcel. A partir de ahí, una especie de Club de los cinco invertido empieza a desgranar afrentas en busca de una consumación, a la hispana, que agrade a la colectividad.
Netflix ha decidido que su primera producción española sea una película muy española, con un guión muy español y un tema muy español y mucho español. Un largometraje, conciso, solvente y bien interpretado, con un final tan esperable como indiscutible.
Un thriller de costumbres vernáculas, enmascarado en ficción, que de a ratos parece que simplemente busque al culpable; cuando son los cinco –mediador incluido– una panda de hijos de su madre. La corrupción asumida de las clases políticas y empresariales, nos hace ver como lógico lo que entre esos tabiques está aconteciendo. Un acierto más, dudo de su voluntariedad, de 7 años.
No Comment