El director de Austin Powers 1, Austin Powers 2, Austin Powers 3, Los padres de ella, Los padres de él y el insustancial e innecesario remake de La cena de los idiotas, ha sido el encargado de llevar a la gran pantalla la vida, en su etapa profesional, del gran Walter Trumbo; perdón Dalton Trumbo.

El más conocido e importante de los Diez de Hollywood ha tenido una película que, se nota, no viene rubricada por él ni por ninguno de sus seudónimos. De un academicismo que no aporta sino que repiquetea a frecuente, sus líneas de libreto y sus formas han elegido un camino tan poco arriesgado que solamente destacan los grandes Bryan Cranston y John Goodman: a positivar.

Víctima de la caza de brujas contra el comunismo, iniciada por el senador McCarthy, Trumbo fue acusado, encarcelado y exiliado por defender sus ideas y por no delatar a ningún “influenciador” comunista. El autor de la novela y del posterior guión de Johnny cogió su fusil y de los guiones de Espartaco, Éxodo, Papillon, Vacaciones en Roma  —y más—, se merecía un homenaje fílmico mejor. Sin embargo, como documento informativo que no se censura y da nombres, y como alternativa al buen documental Dalton Trumbo and the blacklist, es algo destacable desde la perspectiva del descubrimiento. Si hay alguien que desee profundizar en el tema, quizá el documental antes reseñado esté entero en Youtube. No sé.