Nada de rehabilitar ni de aportar nuevas grafías a uno de los géneros que más satisfacciones e incondicionales promueve. Se llama western o película de vaqueros. Hay quien lo ha reinterpretarlo de manera contundente, como en Bone Tomahawk; quien lo ha estilizado y transmutado en fábula, como en Slow West; quien lo ha hibridado cercando un público más amplio, como Cowboys & Aliens, y quien, respirando el paisaje humano, lo ha transformado en arte, como en First cow. La adjetivación crepuscular ya se da con demasiada gratuidad, así que mejor ampliar el tiro. Greengrass, a lo que vamos, ha apostado por no agotar con exceso de subtramas, por la profundidad de campo y por mirarse en los grandes. Y aunque el respeto es más que digno, la poca evolución del arco dramático de los personajes no deja posición alguna al desarmado espectador. Lo que indemniza con una íntegra cadencia, una dupla de intérpretes segura y mucho sentido homenaje.

En Noticias del gran mundo, el capitán Kidd se acoge al anacrónico discurso guevarista y a su proclama “un pueblo que no sabe leer y escribir es un pueblo fácil de engañar”, y se dedica a recorrer los poblados texanos —de salón de puertas abatibles e iglesia al final de la calle— leyendo las noticias de los periódicos a sus habitantes. Un día, de camino entre auditorios, se encuentra a una niña perdida. Una pequeña de 10 años y origen alemán sustentada por Kiowas en pleno Far West americano. Y decide llevarla a casa de sus tíos paternos. Una especie de Los que no perdonan versión disléxica, vamos. Un film, donde los buenos son muy buenos y tanta bondad en el discurso acaba por no persuadir, pero que se ve con agrado. Una historia civilizada sobre una civilización que se estaba acoplando en aquellos años de postguerra civil; y que, sin embargo, bien podría ser denuncia de una situación más actual de toma de capitolios y blancos con la rodilla sobre el cuello de negros.

Es curioso, atención al remate, que el personaje de la niña sea una inmigrante alemana. Resulta que un magnate, empresario, director ejecutivo, inversor, personalidad televisiva y político estadounidense que ejerció como el 45º presidente de los Estados Unidos de América es nieto de inmigrantes alemanes. ¿Casualidad? Quiero creer que no. Es más, quiero creer que la joven protagonista es en realidad Elizabeth Christ: abuela de Donald Trump.