(EL DÍA DEL ESPECTADOR) Última sesión de la jornada. Día del espectador. Unas quince personas en la sala. Una película altamente comercial esperando a que terminen los trailers. Debido al nombre del producto, Los Juegos del Hambre, me digo a mí mismo esperando que sirva de titular a esta crítica: “pues a falta de pan”. Le supongo dinamismo, acción a raudales, efectos especiales, pequeña crítica social y gran historia de amor. Empieza la película. Unas letras blancas sobre fondo negro me explican el porqué de todo: En una nación llamada Panem existen 12 distritos aislados entre sí. Cada distrito está obligado a enviar cada año a una chica y a un chico, de entre 12 y 18 años, a Los Juegos del Hambre: un concurso de televisión donde tendrán que matarse los unos a los otros hasta que solamente quede uno. Y yo vuelvo a decirme a mí mismo: “Por favor, que Telecinco no lo vea como su próximo reality”.
Continúa la película. Presentan al personaje principal; una de las pocas cosas que me han hecho decidirme por la película. Se trata de Jennifer Lawrence, la genial protagonista de Winter’s bone. Continúa la proyección. Se presenta voluntaria, para que no lleven a su hermana a los juegos. Le asignan a su pareja de concurso. Se los llevan a la capital donde se rueda el mortífero programita. Al doblete del Distrito 12 (de donde son los protas) les presentan a su mentor. Después les presentan a su estilista. ¡Pero mira, si es Lenny Kravitz! Entrenan un poquito. Buscan patrocinadores para intentar sobrevivir un poquito más. Pienso otra vez en Telecinco. Primera gala. Los veinticuatro participantes se preparan para entrar en el gigantesco plató con forma de bosque frondoso. Cuenta atrás. Empiezan Los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre. Miro el reloj. Llevamos una hora y diez minutos de película.
Pasa otra hora y diez minutos más y termina la película. Por fin el fin. Vaya empacho de blockbuster que me acabo de dar con Los Juegos del Hambre. La verdad es que no creo que vaya a ver la segunda y la tercera parte; porque, cómo no, estamos ante otra trilogía de la literatura teenager. No me ha convencido que de una historia tan políticamente incorrecta salgan unas escenas tan políticamente correctas. Me recuerda a Perseguido (1987) de Arnold Schwarzenegger y a otras tantas. Todo lo que ocurre es fácilmente esperable. No me sorprende nada. Ninguno de los actores me destaca del todo. Quizá un poco Stanley Tucci haciendo de Mercedes Milá. Los movimientos de cámara y efectos especiales no tienen nada nuevo que revelarme. Me concentro para ver qué puedo positivar. Me lo susurran al oído. A positivar los labios de Jennifer Lawrence cada vez que tensa el arco. Salgo del cine. Pienso en Telecinco por última vez… “No, no serán capaces”.
4 Comments
Yo no la he visto, pero positivo positivamente la aparición del segundo negro más guapo del mundo: Lenny Kravitz!
Dos horas y veinte minutos de peli… ? Por Dios, saldrías muerto de hambre…. esa es la moraleja de la peli, que adelgazas.
Resumiendo: Jennifer Lawrence te tensa el arco.
Resumiendo: En espaciocreativo necesitan un SEO.