(“EN ALGÚN MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS, TODOS HEMOS QUERIDO SER UN SUPERHÉROE») Tiene la edad idónea para empezar a ser un superhéroe, pero su único superpoder es ser invisible para las chicas y la radioactividad, las arañas, los rayos gamma y las sustancias químicas le quedan algo lejos; así que simplemente se queda en aspirante a héroe. Su madre se murió debido a un aneurisma mientras desayunaban, lo cual también nos elimina el tema de la venganza rollo Batman o El Castigador. Demasiadas horas en Internet en busca de su pecado de Onán diario le quitan tiempo para ver las maldades de la sociedad y un par de matones de barrio que le roban el dinero para la merienda ya le son suficientes. Sus dos compañeros de pandilla, típico retrato de grupo rechazado, vestimenta geek y capaces de decirte en qué viñeta de qué número de qué cómic de Batman el Joker se reventó su primer grano, hacen de los secundarios cómicos tan necesarios en este tipo de películas. Y ya tenemos a Kick Ass, el nuevo héroe de la ciudad decidido a salir a las calles para hacer de sparring de los villanos.
Pero nuestro protagonista, superhombre de garrafón, enclenque y sin Kick Ass Móvil, recibe la visita de dos héroes de verdad que evitan que se muera antes de acabar el primer número de su tebeo. Big Daddy y Hit-Girl aparecen en escena para enseñarle a Kick Ass que los navajazos en el cuello, las lanzadas por la espalda y los tiros en la coronilla son más efectivos que las inocentes patadas en el trasero.
Hasta el momento en que se unen los tres protagonistas, la película es divertida e interesante. Una parodia del cine de superhéroes con una primera secuencia rompedora y de diálogos gamberros y de gran factura. El problemilla es que cuando se juntan los tres vengadores la cosa cambia y nos encontramos ante una segunda parte repleta de acción, violencia, cadáveres y tópicos, parece que se les olvida esa forma de desmitificar las clásicas películas de superhéroes que define la primera hora de metraje. Aún así, la película, aunque mucho más plana y básica, sigue siendo dinámica ya que empiezan a pegar tiros y ha decir “morid cabrones” sin parar hasta el recuadro final.
No es que sea yo un gran consumidor de este estilo de productos, pero resulta que el héroe más sanguinario, despiadado y violento a la hora de ejecutar a sus víctimas —pues no deja ninguna viva— que he visto nunca en el cine es Hit Girl: una dulce y simpática niña que quiere vengar la muerte de su mamá y que se lo pasa mucho mejor dando saltos, disparando y rebanando extremidades que jugando a las muñecas.
Dos horas de entretenimiento, descompensado y nada memorable, que te dejan un buen sabor de boca aunque sin poso. A positivar a la pequeña y revoltosa Hit Girl, interpretada perfectamente por la actriz Chloë Grace Moretz, la protagonista femenina de la versión yankee de Déjame entrar y próxima Carrie del cine, dirigida ya por directores como Tim Burton o Martin Scorsese.
2 Comments
¿El Kick Ass Móvil sería un Samsung Galaxy? Dejando eso aparte, Hit Girl es el mayor hit de la película y del cómic, cómic mucho más cruel con su propio protagonista, que -si mal no recuerdo- no termina triunfando con ninguna chica.
Dicho esto, me voy a buscar en Internet mi pecado de Onán diario. 😉
La verdad que el prota creo que era más de PC. Así que le pega el Galaxy. Y Hit Girl me recordó (perdona mi herejía) me recordó a los inicios de Natalie Portman, rollito León el Profesional.