(CINE POLACO EN VERSIÓN ORIGINAL) “Yo al cine voy a entretenerme. A ti te dejo las películas polacas, subtituladas y en blanco y negro”. Ida es una película polaca, y en blanco y negro, para ver en versión original. Un film, dirigido por un tal Pawlikowski, que dura 80 minutos, con poco diálogo, que maneja el formato 4:3, que cuenta la historia de una monja y que utiliza el jazz en su banda sonora. A ver cómo convenzo a Luis, que su personaje preferido es un camión, para que vaya a ver semejante peliculón.
“Michael Bay es Dios”. Y a ver cómo le digo que el tal Pawlikowski utiliza solamente planos fijos para componer su nueva y premiada película, sin ningún movimiento de cámara. Algo parecido a lo que hace Michael Bay, pero al revés. Unas secuencias que a mí casi me hipnotizaron, pero que creo que a él le parecerá estar viendo teatro experimental. Y que no se me olvide comentarle, también, que no se siente detrás de alguien muy alto; y no porque éste le pueda tapar los subtítulos, sino porque en ocasiones los personajes utilizan, más o menos, un palmo de la parte inferior de la pantalla e igual se pierde la acción. Todo lo demás es aire. Bello aire. Pero Luis no me comprenderá.
“¡¿Y la música de La Roca qué?! Menos tonterías, que Hans Zimmer también es Dios”. La banda sonora de Ida, para desgracia de Luis, no la usará ningún canal de televisión para presentar el fútbol. ¿Cómo le explico que prácticamente la totalidad del film esgrime una música diegética que homenajea a los magníficos músicos de jazz que empezaron a surgir en la Polonia de finales de los cincuenta? (eso dice el tal Pawlikowski); y que además hay música clásica y, lo más difícil de explicarle, música sacra interpretada a capela por unas monjitas y novicias que nada tienen que ver con Julie Andrews.
“Dos razas de robots extraterrestres transformables (los villanos «decepticons» y los amistosos «autobots») llegan a la Tierra en busca de una misteriosa fuente de poder. En la guerra que estalla entre las dos razas, los hombres toman partido por los «autobots. ¡Eso es cine!». Y claro, quizá no le interese una película que versa sobre la identidad, la familia, la fe, la culpa, la música y el socialismo. Porque Anna es una novicia que poco tiene que ver con un trailer que se convierte en robot. Es una joven novicia que, antes de tomar sus votos, decide, junto a una tía que no conocía, salir a buscar su origen y, de paso, su destino.
Luis, si vas a ver Ida, de Pawell Pawlikowski, te prometo que yo iré al cine a ver Transformers 4: La era de la extinción, de Michael Bay. Porque si vas a ver está magnífica película polaca, en blanco y negro y en versión original, eso será lo más positivable de Ida.
P.d.: Quiero prueba fotográfica del gran día.
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