La música, a pesar de todo, sigue sonando. A pesar de ese final. A pesar de ese mundo. El mundo sigue es la historia de dos hermanas, de una familia de ley y de iglesia, de un barrio, de una ciudad y de un país. Melodrama atestado de inclemente cotidianeidad y de ese neorrealismo italiano que tanto influenció a Don Fernando. Todo es degradación y adaptación al medio.

Verás maltratados a los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos, honrados y sublimados los malos; verás los pobres y humildes abatidos, y poder más en todos los negocios el favor que la virtud.

Fray Luis de Granada Guía de pecadores.

Eloísa fue una Miss Maravillas que actúa como madre sacrificada y esposa que todo lo aguanta. Luisita es su hermana y cambia el recato, tan demandado a la mujer de la época, por la practicidad: tanto tienes tanto me vales. La madre de Eloísa y de Luisita está casada con un guardia municipal. También hay un hermano que ha abandonado el seminario, que todavía vive en casa y que reza continuamente por los pecados de sus hermanas. Faustino es el marido de Eloísa, camarero, obsesionado quinielista y poco frecuentador de su hogar. Luisita no cree en el amor marital. Eloísa, diga lo que diga, tampoco. Todas las noches Eloísa está sola y piensa que eligió mal. Todas las noches Luisita se quita el maquillaje para que la veamos de verdad. Eloísa y Luisita discuten continuamente. Los padres se ponen de parte de la más decente hasta que “la poco decente” les regala visitas y oro de muchos quilates. Mejor limpiar carteras que suelos.

Una película sobre la marginalidad que fue marginada. Su crudeza narrativa (realismo que pesa) no sentó bien a la censura que la relegó al estreno en una sola sala, a los dos años de su producción. Después el olvido. Una de las grandes películas del cine español que sigue siendo actual y que ha sobrevivido, si bien algo cercenada, según su montadora. Blanco y mucho negro.

A positivar la secuencia de Luisita subiendo las escaleras mientras se hacen flashbacks del pasado del personaje. A positivar que alguien utilice recortes de periódicos para seguir contando dinero en prisión (muy de hoy). A positivar a todos los que han recuperado y resucitado El mundo sigue.