El segundo largometraje en solitario de Greta Gerwig, tras su exitosa Lady Bird, es una nueva adaptación, incluso conformación, de la novela Mujercitas. La directora ha pasado a limpio los apuntes de Louisa May Alcott y ha estructurado un libreto que, a pesar de sus continuas elipsis, se presenta con una linealidad emocional irreprochable.
El guion, con un interesante vínculo entre el relato original y la propia redacción de la novela; un elenco acertado, por el que se deja caer Maryl Streep sin hacer sombra a nadie gracias a las creíbles interpretaciones del resto del reparto; una atractiva banda sonora, una buena fotografía, un ritmo narrativo que no decae por sus conflictos bien encajados y, sobre todo, un excepcional cierre, han conseguido que una película con carruajes, tacitas, vestidos pomposos, chimeneas que nunca se apagan y bailes de sociedad —cine al que, por prejuicios tontos, no suelo acercarme— me haya gustado bastante.
En casa de la pareja de directores Gerwig-Baumbach estarán flotando de alegría gracias a las 6 nominaciones a los Oscar de cada uno de sus filmes, incluyendo mejor película. Dos obras — Mujercitas e Historia de un matrimonio— con una actriz en común a la que hay que destacar: la estupenda y últimamente prolífica Laura Dern.
No Comment