Ahora que se ha ido a vivir con su mujer a Etiopía, el doctor Erichssen vuelve a ser feliz. Su Suecia natal ha alcanzado el paradójico bienestar que da la independencia: uno de cada dos suecos vive solo y uno de cada cuatro muere solo. El contacto es virtual y el aburrimiento real. Uno de los países con mayor “calidad” de vida, el auténtico primer mundo, es tan pobre que, como decía el cantautor, solo tiene dinero. El cineasta Erik Gandini nos cuenta en su documental “La teoría sueca del amor” cómo se las gastan los escandinavos cuando se trata de hablar de la familia moderna. ¿Que dónde está la felicidad? Ponme la mano en el hombro y te lo digo. No sé si hay hipérbole…. pero recomendable película.
No Comment